En este día del niño, quiero felicitar a sus hijos, hermanos, y al niño que todos llevamos dentro y
que tenemos que vivir, que todos tengan un excelente día hoy y cada día, porque la niñez hay
que guiarla, buscarla (a los que ya no tenemos la edad biológica) y vivirla.
¿Qué elementos definen a un niño? Muchas cosas, como la edad (menores de 12), pero entre los más importantes están la inocencia y la formación tan importante cuidar una y otra.
La inocencia de un niño refleja:
- La capacidad de sorpresa. Te asombra ver la naturaleza, la capacidad de maravillarse por los enormes regalos que nos hace la vida cada día.
- La ilusión. Cuando todo es posible, cuando todo nos emociona.
- La imaginación. Para crear y jugar, para ver e inventar, para gozar y reír.
- Su limpia y maravillosa manera de ver las cosas. No hay malicia, hay confianza, hay credibilidad, hay perdón y no rencor.
- La ausencia de prejuicios que tanto daño nos hacen cuando crecemos.
Por la maravilla que representa, es nuestro deber como papas, como hermanos el cuidar esta misma. Al hacerlo no estamos fomentando la ignorancia o la ingenuidad, no hay que confundir esto con la increíble inocencia y todos sus beneficios.
A veces vemos gente que tiene prisa porque sus hijos, sobrinos, ahijados, crezcan y hacemos fiestas para niños con temas de adultos, con ropa de adultos, preguntamos a niños menores de 5-6 años por novias y novios, les aplaudimos el cantar y bailar canciones sensuales porque se ven curiosos, los dejamos ver cosas de mucha violencia y temas sexuales que no son para la edad, porque pensamos que somos modernos o que los necesita ver y aprender para cuando sea necesario, los dejamos tomar alcohol antes de tiempo, los dejamos usar aparatos digitales a muy temprana edad sin cuidar el tiempo, pero todo en la vida tiene un momento y un tiempo, crecer llega (mas rápido de lo que pensamos y sentimos) y en el inter debemos de dejar que los niños sean niños
cuidando su inocencia y trabajando en ….
La formación. La formación en valores con cariño y amor ayuda a mantener
esa inocencia, y a la vez prepara mejores personas para el presente y para el
futuro. Dejar que un niño haga lo que quiere siempre que quiere y a la hora
que quiere es ir en contra de esa formación en valores que involucra la
paciencia, el esfuerzo, la tolerancia, el respeto, el compartir, el ayudar, el deporte.
Trabajar esos valores y temas no solo va formando personas de bien, sino también la probabilidad de una vida plena, con sentido, con dicha, es mucha mas alta (hay n estudios que comprueban esto, con gusto
los compartimos a quien guste).
Si permitimos que los niños no jueguen afuera, no practiquen alguna
actividad, no tengan una disciplina de acostarse y levantase a una hora, hagan
cosas malas y no tengan consecuencias, jueguen en aparatos muchas horas en
el día, coman lo que quieren y no lo que hay, griten a sus mayores sin hacer nada al respecto, reciban las cosas que se les antoja sin importar el valor para que estén contentos y tengan lo que yo no pude o no me dieron, tengan sin saber el valor del esfuerzo… entonces tristemente vamos a fomentar a crear tiranos que no solo van a perder su inocencia muy pronto, sino que no van a
estar preparados para ser parte de algo mas (familia, trabajo, grupo, equipo, etc)
Por el contrario si fomentamos la actividad física (si es en equipo
mejor), el que aprendan a tocar un instrumento (son increíbles las
conexiones neurológicas que hace el aprender algo de música), el
que lean, el que tengan una disciplina de acostarse y levantarse, el
que sepan compartir con los demás, el que sepan desprenderse de
algo por quien mas lo necesita, el que tengan paciencia para recibir lo deseado (dentro de un valor razonable) y mejor si además les enseñamos a ganar con esfuerzo, con actividades, con responsabilidades en casa el que obtengan dichas cosas, si los enfrentamos ante consecuencias que les cueste por hacer algo mal o indebido, entonces… vamos a estar colaborando en ayudar a
tener personas de bien, personas felices, capaces de sortear dificultades.
El hecho de que un niño se enoje o llore ante una dificultad, ante un regaño, no es síntoma de que debamos desistir en nuestro esfuerzo, al contrario, el amor a veces duele, pero siempre ganan los mejores momentos y la satisfacción y orgullo de ver crecer con a nuestros hijos con todo lo que implica
Reitero desearles lo mejor hoy y siempre, que dejemos salir al niño que llevamos para jugar, para reír, para maravillarnos de los milagros diarios. También que cuidemos lo mismo en los niños que son nuestra responsabilidad y que queremos con toda el alma.
GLM